martes, 20 de noviembre de 2012

Lo sucedida entre los versículos 1 y 2 de Génesis 1



¿Qué sucedió entre los versículos 1 y 2 de Génesis 1?

En el versículo 1 de Génesis 1 leemos que "En el principio creó Dios los cielos y la tierra". Pero el versículo que inmediatamente le sigue dice: "Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas".
Vemos seis elementos en este versículo 2: desorden, vacío, tinieblas, abismo, Espíritu de Dios y aguas. Hago a continuación un pequeño análisis de cada palabra.
Desordenada: traducción de la palabra hebrea "tohu", que significa desolación, desierto, sin forma. Haciendo referencia a algo que no sirve ni tiene valor.
Vacía: traducción de la palabra hebrea "bohu". Entiéndase esto en su sentido literal, vacío.
Tinieblas: esto nos habla de oscuridad, destrucción, miseria, muerte.
Abismo: son profundidades insondables; literalmente, sin fondo.
Espíritu de Dios: la segunda persona de la Trinidad. Este es el único elemento vivo que se halla presente en el panorama que se nos plantea en este versículo.
Aguas: seguramente contenidas dentro del abismo mencionado anteriormente ya que la palabra hebrea que se traduce por abismo también se utiliza para hacer referencia a las profundidades del mar.
Lo cierto que el panorama aquí es totalmente oscuro y desolador, totalmente carente de vida fuera del Espíritu de Dios que se movía en medio de este panorama. La Nueva Versión Internacional reza los siguiente: "La tierra era un caos total, las tinieblas cubrían el abismo, y el Espíritu de Dios iba y venía sobre la superficie de la aguas".
Ante esta situación surge una pregunta:

¿Creó Dios al mundo en este estado catastrófico, o hubo algo que produjo tal catástrofe?
No quiero ser dogmático con esto, y reconozco que no está aclarado en estos versículos; pero simplemente dudo que Dios, el cual es perfecto, pudiera haber creado un mundo en semejante estado de desolación. Sabiendo además que Satanás se le aparece a la mujer en forma de serpiente en Edén, haciéndose evidente que el diablo ya existía para cuando el hombre fue creado, cabe suponer que tal catástrofe tiene lugar como consecuencia de la caída del "Lucero, hijo de la mañana", este "querubín grande, protector" a quién Dios le hubiera confiado un lugar de privilegio del cual cayó debido a su pecado.
Los siguientes textos narran este hecho lamentable:
"¡Cómo caíste del cielo, oh Lucero, hijo de la mañana! Cortado fuiste por tierra, tú que debilitabas a las naciones. Tú que decías en tu corazón: Subiré al cielo; en lo alto, junto a las estrellas de Dios, levantaré mi trono, y en el monte del testimonio me sentaré, a los lados del norte; sobre las alturas de las nubes subiré, y seré semejante al Altísimo. Mas tú derribado eres hasta el Seol, a los lados del abismo." (Isaías 14.12-15)
"...Tú eras el sello de la perfección, lleno de sabiduría, y acabado de hermosura. En Edén, en el huerto de Dios estuviste; de toda piedra preciosa era tu vestidura; de cornerina, topacio, jaspe, crisólito, berilo y ónice; de zafiro, carbunclo, esmeralda y oro; los primores de tus tamboriles y flautas estuvieron preparados para ti en el día de tu creación. Tú, querubín grande, protector, yo te puse en el santo monte de Dios, allí estuviste; en medio de las piedras de fuego te paseabas. Perfecto eras en todos tus caminos desde el día que fuiste creado, hasta que se halló en ti maldad. A causa de la multitud de tus contrataciones fuiste lleno de iniquidad, y pecaste; por lo que yo te eché del monte de Dios, y te arrojé de entre las piedras del fuego, oh querubín protector. Se enalteció tu corazón a causa de tu hermosura, corrompiste tu sabiduría a causa de tu esplendor; yo te arrojaré por tierra; delante de los reyes te pondré para que miren en ti." (Ezequiel 28.12-17)
Lo cierto es, más allá de lo que lo haya producido, que el mundo se hallaba en un estado de caos y desorden total.

El orden que viene de parte de Dios
En los próximos versículos vemos el relato del modo en que Dios ordena en seis días todo lo que hasta aquí era un caos, pone luz en las tinieblas, pone orden en el desorden, y pone vida donde había muerte hasta que llega a la conclusión del versículo 31: "Y vio Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera."
Este orden lo puso Dios por medio de su palabra: "Porque Él (Dios) dijo, y fue hecho; Él mandó, y existió." (Salmo 33:9)

Una aplicación y reflexión final
Muchas veces nuestras vidas se parecen a la creación en el estado que se describe en el versículo 2 de Génesis 1. Está caracterizada por el desorden, el vacío del alma que nada ni nadie pude llenar ni satisfacer, estamos sumidos en tinieblas y andamos como ciegos, y nos hallamos en un abismo sin fondo. Todo esto producto de nuestra propia rebelión, nuestro pecado que nos aleja de Dios y destruye nuestras vidas.
Pero Dios está cerca y quiere poner orden a nuestras vidas; este orden será una realidad si damos al Señor el primer lugar en nuestras vidas, comenzando por el arrepentimiento de nuestros pecados y creyendo en el poder de Jesucristo quien murió por nosotros en la cruz y resucitó al tercer día. Cristo está vivo hoy y quiere entrar en tu vida, solo basta que se los pidas.
Verás que después de esta decisión tu vida se caracterizará por el orden, la luz, la vida eterna y la paz.

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