lunes, 25 de febrero de 2013

El día de la ira de Jehová

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La segunda venida de Cristo es la mayor esperanza de la iglesia. Existen varios acontecimientos relacionados con la segunda venida de Cristo, de hecho una serie de eventos extraordinarios y catastróficos comenzarán a tener lugar en algún momento de la historia que culminará finalmente con la venida en gloria del Señor Jesucristo a la tierra para establecer Su reino.

Previo a la la segunda venida de Cristo, entre otras cosas, tendrá lugar lo que se conoce en la Biblia como el día de la "Ira de Jehová", el cual es un período de tiempo caracterizado por el juicio de Dios sobre los habitantes del mundo, con el fin de castigar a los rebeldes y dar una última oportunidad para el arrepentimiento. Cuando esto suceda habrá culminado el presente período de tiempo caracterizado por la paciencia de Dios.

Todo castigo o disciplina tiene como finalidad producir en el ser humano arrepentimiento y todo juicio tiene como fin retribuir la falta de arrepentimiento.

Los acontecimientos del día de Jehová se relatan en los capítulos 6 al 19 de Apocalipsis.

Otros términos utilizados en la Biblia para referirse al día de la Ira de Jehová:

  •  El día de Jehová. 
  • El día grande de Jehová. 
  • El día del Señor. 
  • La gran tribulación. 
  • El día de la venganza del Señor. 
  • El día de Dios.

A continuación se detallan algunas características del día de la ira de Jehová:

  • Guerras. 
  • Hambre y pestes. 
  • Terremotos. 
  • Granizo. 
  • Cataclismos. 
  • Conmociones cósmicas. 
  • Apostasía. 
  • Señales, milagros y prodigios mentirosos. 
  • Angustia y sufrimiento. 
  • No existirá modo de escapar de estas cosas. 
  • Las riquezas no librarán a nadie de la ira.

 ¿Quién no vio alguna de esas películas de cine catástrofe donde la gente se ve obligada a huir de algún lugar a causa de algún desastre o invasión? En aquel día no habrá modo de huir.

Los siguientes son algunos textos bíblicos que nos hablan de este tiempo venidero y que confirman las características antes mencionadas:

"En aquel tiempo se levantará Miguel, el gran príncipe que está de parte de los hijos de tu pueblo; y será tiempo de angustia, cual nunca fue desde que hubo gente hasta entonces..." (Daniel 12:1)

"...porque habrá entonces gran tribulación, cual no la ha habido desde el principio del mundo hasta ahora, ni la habrá." (Mateo 24:21)

"Cercano está el día grande de Jehová, cercano y muy próximo; es amarga la voz del día de Jehová; gritará allí el valiente. Día de ira aquel día, día de angustia y de aprieto, día de alboroto y de asolamiento, día de tiniebla y de oscuridad, día de nublado y de entenebrecimiento, día de trompeta y de algazara sobre las ciudades fortificadas, y sobre las altas torres. Y atribularé a los hombres, y andarán como ciegos, porque pecaron contra Jehová; y la sangre de ellos será derramada como polvo, y su carne como estiércol. Ni su plata ni su oro podrá librarlos en el día de la ira de Jehová, pues toda la tierra será consumida con el fuego de su celo; porque ciertamente destrucción apresurada hará de todos los habitantes de la tierra." (Sofonías 1:14-18)

"¡Ay de los que desean el día de Jehová! ¿Para qué queréis este día de Jehová? Será de tinieblas, y no de luz; como el que huye de delante del león, y se encuentra con el oso; o como si entrare en casa y apoyare su mano en la pared, y le muerde una culebra. ¿No será el día de Jehová tinieblas, y no luz; oscuridad, que no tiene resplandor?" (Amós 5.18-20)

"He aquí el día de Jehová viene, terrible, y de indignación y ardor de ira, para convertir la tierra en soledad, y raer de ella a sus pecadores. Por lo cual las estrellas de los cielos y sus luceros no darán su luz; y el sol se oscurecerá al nacer, y la luna no dará su resplandor." (Isaías 13.9-10, RVR60)

La llegada del día de la ira es inminente, esto significa que no existe modo de advertirlo, puede suceder en cualquier momento, y el apóstol Pablo nos lo enseña en una de sus cartas: "Porque vosotros sabéis perfectamente que el día del Señor vendrá así como ladrón en la noche..." (1 Tesalonicenses 5:2)

El apóstol Pedro también confirma su inminencia y sus características catastróficas: "Pero el día del Señor vendrá como ladrón en la noche; en el cual los cielos pasarán con grande estruendo, y los elementos ardiendo serán deshechos, y la tierra y las obras que en ella hay serán quemadas. Puesto que todas estas cosas han de ser deshechas, ¡cómo no debéis vosotros andar en santa y piadosa manera de vivir, esperando y apresurándoos para la venida del día de Dios, en el cual los cielos, encendiéndose, serán deshechos, y los elementos, siendo quemados, se fundirán!" (2 Pedro 3:10-12)

La relación de la Iglesia con el día de la ira de Jehová:

La iglesia será guardada de este tiempo de juicio, por tanto no será juzgada con el resto del mundo, y esto debido a que:

  • La iglesia es un cuerpo formado por personas arrepentidas. 
  • Jesucristo fue juzgado en lugar de los que pertenecen a la iglesia.

A continuación se exponen los textos bíblicos que demuestran el hecho de que seremos, como iglesia, librados del día de la ira de Dios.

"Por cuanto has guardado la palabra de mi paciencia, yo también te guardaré de la hora de la prueba que ha de venir sobre el mundo entero, para probar a los que moran sobre la tierra." (Apocalipsis 3:10)

"Porque no nos ha puesto Dios para ira, sino para alcanzar salvación por medio de nuestro Señor Jesucristo, quien murió por nosotros para que ya sea que velemos, o que durmamos, vivamos juntamente con él." (1 Tesalonicenses 5:9-10)

El arrebatamiento es el medio que utilizará el Señor para guardar a Su iglesia del día de la ira o gran tribulación.

Apocalipsis 1:19 registra las siguientes palabras de Jesucristo al apóstol Juan: "Escribe las cosas que has visto, y las que son, y las que han de ser después de estas."

Este registro nos plantea una división natural del libro de Apocalipsis:

  • Las cosas que has visto: la visión del Cristo glorificado y preparado para juzgar. 
  • Las cosas que son: la iglesia. 
  • Las cosas que han de ser después de estas (después de la iglesia): ver que Apocalipsis 4:1 confirma sobre las cosas después de estas, que hacen referencia a: Œ la gran tribulación o el día de la ira de Jehov፠las bodas del Cordero; Ž la segunda venida de Cristo;  el reinado milenial de Cristo;  el juicio final a los perdidos ante el gran trono blanco; el reino eterno de Jesucristo.

Entre las cosas que han de ser después de estas, entre los capítulos 6 y 19 de Apocalipsis no aparece la iglesia en ningún lado, y esto es una prueba de que esta no pasará por esta experiencia de juicio.

"Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor. Por tanto, alentaos los unos a los otros con estas palabras." (1 Tesalonicenses 4:16-18)

La iglesia es la única protección que tiene el ser humano para la ira de Dios que se acerca. El que se incorpora a la iglesia es salvo, el que no lo hace se pierde.

Si supiéramos que se acerca un desastre sobre nuestra ciudad, ¿no avisaríamos a nuestros familiares a cerca de ello para que huyan?

Bautismo del Espíritu Santo o bautismo de fuego.

La predicación de Juan el Bautista estaba relacionada con el día de la ira, hablando de dos bautismos, uno que trae salvación y otro que trae juicio.

"Al ver él que muchos de los fariseos y de los saduceos venían a su bautismo, les decía: ¡Generación de víboras! ¿Quién os enseñó a huir de la ira venidera? Haced, pues, frutos dignos de arrepentimiento, y no penséis decir dentro de vosotros mismos: A Abraham tenemos por padre; porque yo os digo que Dios puede levantar hijos a Abraham aun de estas piedras. Y ya también el hacha está puesta a la raíz de los árboles; por tanto, todo árbol que no da buen fruto es cortado y echado en el fuego. Yo a la verdad os bautizo en agua para arrepentimiento; pero el que viene tras mí, cuyo calzado yo no soy digno de llevar, es más poderoso que yo; él os bautizará en Espíritu Santo y fuego. Su aventador está en su mano, y limpiará su era; y recogerá su trigo en el granero, y quemará la paja en fuego que nunca se apagará." (Mateo 3:7-12)



Nota: Cuando en este artículo hablo de iglesia, hablo del Cuerpo de Cristo, aquel al que pertenecemos cuando le recibimos como salvador. Quiero que se note la diferencia entre iglesia y religión. Digo esto porque los religiosos de la época de Juan el Bautista tenían la misma confusión que muchos tienen hoy en cuanto a esto, por eso Juan dice "¿quién les enseño a huir de la ira venidera? La gente pensaba que por ser judíos (hijos de Abraham) ya se podían salvar del juicio de Dios sobre este mundo.
Del mismo modo hoy muchos creen que por ser religiosos se salvará del juicio de Dios, pero de algo debemos estar seguros, solo el arrepentimiento de nuestros pecados nos puede librar de tal juicio, por eso Juan dice "haced frutos dignos de arrepentimiento", en otras palabras, "demuestren con sus acciones justas que se han arrepentido".

Reitero, el ser católico, pentecostal, bautista, testigo de Jehová, adventista, mormón, y cuanta religión se nos ocurra no nos librará del juicio de Dios. La Biblia no habla de ninguna de esas religiones, solo habla de iglesia.

En otras palabras:

  • Ser católico no significa que pertenezco a la iglesia, solo significa que pertenezco a una organización religiosa que surgió en el año 325 d.C. cuando el emperador romano Constantino quiso unir la iglesia con el gobierno para formar un poder político-religioso. 
  • Ser pentecostal no significa que pertenezco a la iglesia, solo significa que pertenezco a una organización religiosa que surgió aproximadamente por el año 1900 cuando un grupo de personas que se reunían en un lugar ubicado en una calle llamada Azuza tuvo experiencias supuestamente espirituales, e hicieron de esas experiencias personales una doctrina humana. 
  • Lo mismo sucedió con los carismáticos como 60 años más tarde, por tanto, ser carismático no significa que pertenezco a la iglesia, solo significa que pertenezco a otro movimiento religioso cuyos miembros buscan experiencias espirituales con el fin de satisfacer las necesidades personales de cada individuo. 
  • Ser Testigo de Jehová no significa que pertenezco a la iglesia, solo significa que pertenezco a una secta que se originó en la década de 1870 con las ideas de C. T. Russell. Estos niegan que Jesucristo es Dios, dicen que el Espíritu Santo es una fuerza activa de Jehová, mintieron diciendo que Cristo vino por segunda vez en 1914 y se irán al infierno si no se arrepienten de sus falsas doctrinas y sus mentiras. 
  • Ser adventista no significa que pertenezco a la iglesia, solo significa que pertenezco a una secta que se originó en 1863 y que siguen las ideas raras de la autora Elena Harmon White a quién se le atribuye una inspiración especial. Entre otras cosas, no trabajan el sábado y favorecen una dieta vegetariana. Estos no se librarán de la ira de Dios. 
  • Ser mormón, del mismo modo, solo significa que pertenezco a un movimiento religioso surgido en el año 1830, fundado por el falso profeta Joseph Smith y que dicen que los hombres se transforman en dioses. Estos también se irán al infierno si no se arrepienten. 
  • Etc., etc., etc. Existen miles de religiones en el mundo, y ninguna salva, en otras palabras, ninguna sirve para nada. Gran razón tuvo Karl Marx al decir "La inquietud religiosa es al mismo tiempo la expresión del sufrimiento real y una protesta contra el sufrimiento real. La religión es la queja de la criatura oprimida, el sentimiento de un mundo sin corazón y el espíritu de un estado de cosas desalmado. Es el opio del pueblo."

Hasta aquí la nota.



¿Qué es el fuego en la expresión "él los bautizará con Espíritu Santo y con fuego"?

El bautismo del Espíritu Santo es el que tuvo lugar en Pentecostés, después de que Cristo les dijera a sus discípulos "...pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra." (Hechos 1:8) Notemos que aquí el Señor no hace mención del fuego, solo del Espíritu Santo. Este mismo Espíritu es el que recibimos en el momento que nos convertimos y nos arrepentimos de nuestros pecados.

El versículo 12 nos da el contexto que permite comprender el anterior, esto es:

● Bautismo en el Espíritu Santo =====> trigo en el granero
● Bautismo en fuego ============> paja que se quema en fuego que nunca se apaga

Se debe notar que esta expresión aparece nuevamente en el Evangelio de Lucas junto con el contexto aclaratorio que nos permite su interpretación (comp. Lc. 3:16-17 con Mt. 3:11-12), pero en el Evangelio de Marcos, solo se menciona el bautismo en el Espíritu Santo, ya que no existe su contexto aclaratorio del trigo y la paja.

Más adelante Jesucristo aclara la cuestión del bautismo en fuego cuando enseña lo siguiente: "He venido a traer fuego a la tierra, y ¡cómo quisiera que ya estuviera ardiendo! Pero tengo que pasar por la prueba de un bautismo, y ¡cuánta angustia siento hasta que se cumpla!" (Lucas 12:49-50, NVI)

Lo cierto es que por algún bautismo pasaremos, elijamos entonces, Espíritu Santo si nos arrepentimos o fuego si no lo hacemos.

¿Para qué nos debe servir todo esto, y esta promesa de que el día del juicio se acerca?

  • Para advertir a la humanidad mediante la predicación del Evangelio.

No es tiempo de estar ociosos sabiendo que a este mundo y a sus habitantes les queda poco tiempo. ¿Qué estamos haciendo para advertir a cerca de la ira venidera? El arrepentimiento es el único escape que tiene el ser humano para huir de la ira venidera. Nosotros (la iglesia de Jesucristo) ya estamos libres de los juicios de aquel día, pero no podemos ser tan egoístas de no advertir a los demás.

  • Para estar espiritualmente preparados sabiendo de su inminencia.

"Mas el fin de todas las cosas se acerca; sed, pues, sobrios, y velad en oración." (1 Pedro 4.7)

  • Para tener consuelo si somos atribulados.

"Porque es justo delante de Dios pagar con tribulación a los que os atribulan, y a vosotros que sois atribulados, daros reposo con nosotros, cuando se manifieste el Señor Jesús desde el cielo con los ángeles de su poder, en llama de fuego, para dar retribución a los que no conocieron a Dios, ni obedecen al evangelio de nuestro Señor Jesucristo; los cuales sufrirán pena de eterna perdición, excluidos de la presencia del Señor y de la gloria de su poder, cuando venga en aquel día para ser glorificado en sus santos y ser admirado en todos los que creyeron (por cuanto nuestro testimonio ha sido creído entre vosotros)." (2 Tesalonicenses 1.6-10)
La vida cristiana y el testimonio de Jesucristo trae persecución y sufrimiento, pero no debemos afligirnos por ello, suframos en este tiempo por causa de Cristo, porque llegará el tiempo cuando esto cambiará. Eso es lo que justamente dice Pablo en el texto citado anteriormente.

  • Para tener la esperanza de que finalmente reinará la justicia en el mundo.

Hoy muchos se quejan de que Dios no hace nada con la injusticia que hay en el mundo, pero la realidad es que si lo hace, y lo que hace es tener paciencia. Nadie tiene tanta paciencia como Dios, es realmente sorprendente, pero toda paciencia se acaba y Dios también tiene un límite en ello. Llegará el día en que la paciencia se transformará en juicio y la maldad será exterminada.
"Acontecerá en aquel tiempo que yo escudriñaré a Jerusalén con linterna, y castigaré a los hombres que reposan tranquilos como el vino asentado, los cuales dicen en su corazón: Jehová ni hará bien ni hará mal." (Sofonías 1.12)
No creamos que porque Dios es amor no ha de juzgar al mundo; ya tenemos antecedentes de que lo hizo en varias ocasiones, una de ellas es cuando mandó el diluvio a la tierra y otra cuando acabó con las ciudades de Sodoma y Gomorra, en ambos casos para acabar con la maldad del ser humano.

  • Para aferrarnos cada vez más a la verdad sabiendo que aquel tiempo que se acerca se caracterizará por el engaño y la mentira; la única verdad está en la Biblia, ¡cuidado de a quién le creemos!

"Pero con respecto a la venida de nuestro Señor Jesucristo, y nuestra reunión con él, os rogamos, hermanos, que no os dejéis mover fácilmente de vuestro modo de pensar, ni os conturbéis, ni por espíritu, ni por palabra, ni por carta como si fuera nuestra, en el sentido de que el día del Señor está cerca. Nadie os engañe en ninguna manera; porque no vendrá sin que antes venga la apostasía, y se manifieste el hombre de pecado, el hijo de perdición," (2 Tesalonicenses 2.1-3)

  • Para abandonar la idolatría sabiendo que este mundo perecerá.

"No aprovecharán las riquezas en el día de la ira; Mas la justicia librará de muerte." (Proverbios 11.4)
No tiene sentido afanarnos acumulando riquezas ya que ni siquiera servirá para dejarlas a nuestros hijos. Todo será destruido.

Yo ya estoy libre del día de la Ira de Dios, ¿y vos? Si querés librarte hazlo creyendo en Jesucristo, en su muerte en la cruz por tus pecados y en su resurrección que garantiza ese perdón.