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Relato: 1:16-22.
Orador: Pedro (1:15).
Destinatarios: los 120
discípulos (1:15).
Lugar: el aposento alto (1:13).
Tema: la elección del reemplazo
de Judas.
Comentario:
V.16: Aquí podría hacer
referencia al Salmo 55:12-14.
V.17: Hace referencia a que era
uno de los 12 apóstoles.
V.18: El salario de la iniquidad
de Judas en el registrado en Zac. 11:12-13 y Mt. 27:3-10.
Mateo 27:5 registra que se ahorcó, y a la luz de este
relato de Pedro se entiende que también se desprendió del lugar de su suicidio
cayendo de alguna altura considerable para sufrir las consecuencias que aquí se
detallan.
V.19: Acéldama o campo de sangre
es el mismo que en Jeremías 19 se le llama "campo del alfarero".
V.20: Pedro da la razón bíblica
por la cual el campo que se compró con el dinero de su traición se convirtió en
sepulcro y su lugar de apóstol debía ser ocupado por otra persona. Los salmos
aquí citados son 69:25 y 109:8.
V.21-22: Los requisitos para el
apostolado.
-> Haber sido discípulo de Jesucristo durante su ministerio terrenal.
-> Haber presenciado el bautismo de Jesús por parte de Juan.
-> Haber presenciado su ascensión al cielo.
-> Haber sido testigo de su resurrección.
En 2:43 y 5:12 se dice que por mano de los apóstoles
eran hechos maravillas, prodigios y señales. Estos milagros daban cuenta de la
autoridad apostólica de estos hombres del mismo modo que dieron cuenta de la
legitimidad de Jesús como el Cristo.
Seguramente que con estos requisitos descubrieron a los
falsos apóstoles los cristianos de Efesios de acuerdo al elogio de Cristo en
Ap. 2:2; hoy es evidente, a la luz de la Biblia, que no existen apóstoles, y
cualquiera que ostente este título es un mentiroso.
Dos personas que se mencionan en el V.23, José y
Matías cumplían con estos requisitos, se contaban entre los discípulos que
permanecieron con Jesús desde el primer día de su ministerio hasta ese momento.
Los apóstoles de Cristo fueron solamente doce, de
hecho, los cimientos de la Nueva Jerusalén tenían sobre ellos los nombres de
los doce apóstoles, indicando el artículo determinado de Ap. 21:14 que estos
doce eran únicos.
Matías finalmente tomó el lugar de Judas; pero también
tenemos a Pablo, quien fue escogido por Jesucristo mismo en el camino a Damasco
para ser su apóstol (Hechos 9). Pablo dice de sí mismo ser un abortivo, un
nacido fuera de tiempo (1 Co. 15:8) por no haber sido escogido con los otros 12
del modo en que es requerido en los vv.21 y 22, pero al fin fue Cristo en
persona quien se presentó ante Pablo para llamarlo a hacer su obra. Pablo mismo
además afirma ser apóstol en 1 Co. 1:1, 15:9, Gal. 1:1; Ro. 1:1, etc.
Surge aquí un dilema, si los muros de la Nueva
Jerusalén son 12, haciendo referencia a los 12 apóstoles cuyo número es completado
por Matías, Pablo entonces es el número 13. ¿Entre los nombres grabados sobre
los cimientos de la Nueva Jerusalén va a estar el de Pablo o Matías?
Yo creo (y es solo mi opinión) que el de Pablo, por
haberse encargado Cristo en persona de elegirlo. De todos modos nos enteraremos
pronto, cuando estemos allá.
V.24: Esto ya no es parte del
discurso de Pedro, sino de la oración de los discípulos que nos enseña que un
corazón inclinado a la santidad es también requisito para el servicio al Señor.
Dios conoce los corazones, por lo que la elección final para su servicio es
suya.
V.25: El lugar al cual
escogió Judas ir debido a su transgresión es el infierno.