"Pero fornicación y toda inmundicia, o avaricia, ni aun se nombre entre vosotros, como conviene a santos; ni palabras deshonestas, ni necedades, ni truhanerías, que no convienen, sino antes bien acciones de gracias. Porque sabéis esto, que ningún fornicario, o inmundo, o avaro, que es idólatra, tiene herencia en el reino de Cristo y de Dios." (Efesios 5:3-5)
El apóstol Pablo manda a todo creyente que se despoje del viejo hombre, corrompido con malos deseos; y se vista del nuevo hombre, capaz de agradar a Dios en todo. Todo cristiano tiene esta responsabilidad, y el objetivo de este sermón es animar al creyente a esforzarse en la noble tarea de parecernos cada vez más a Jesucristo.
Nunca perdamos de vista esto, el propósito de Dios para con es ser humano es que éste sea como Cristo, y el ser humano fracasa al no lograr tal propósito.
Click aquí para descargar ayuda visual del sermón en Power Point.